IDENTIDADES ASESINAS Vs IDENTIDADES ELECTIVAS

Que tengo un libro de cabecera es evidente. Siempre lo recomiendo, me remito a él, lo presto, lo recuerdo con cariño como aquél que pedí y me regalaron cuando cumplí la mayoría de edad (legal) y lo considero un punto de inflexión. Su título: Identidades Asesinas. Su autor: Amin Maalöuf. Su vigencia: ¿vigente?

Imagen tomada de www.casadellibro.com

Podríamos profundizar en la línea argumental que presenta este ensayo -cuya lectura, por vivencial, llana, clara y aclaradora recomiendo- sobre las "identidades electivas". O teorizar, como he mencionado ya en alguna ocasión, sobre la etnicidad y el nacionalismo tomando los conceptos instrumentalistas de la identidad según Fredrik Barth. Sería un pedazo de post pero dado que ni siquiera su lanzamiento es reciente -sí, cumplí 18 hace más de lo que ni yo misma caigo en la cuenta- y en consonancia con el ejercicio práctico de aplicar los conceptos teóricos a la realidad, todo ello lo menciono a colación de uno de esos ejemplos que rompen esquemas, al menos a la sociedad en general, contribuyendo al debate justamente sobre el tema. Me refiero al fichaje de Iñaki Williams por el Athletic Club de Bilbao de fútbol en el País Vasco (España).

Imagen tomada de la web del Athletic de Bilbao

Es una noticia la de este fichaje que he descubierto hace muy poco -no soy gran aficionada al fútbol, otro dato evidente- sorprendiéndome, lo reconozco, al ver a un chico de piel negra jugando con este equipo lo que me hizo pensar si realmente estábamos ante una evolución del concepto de identidad vasco hacia ese terreno de las identidades electivas, o bien hacia una decisión interesada sólo en beneficio deportivo del club. Lo cierto es que a falta de consultar entre l@s propi@s vasc@s no parece una decisión baladí la que se ha tomado. Se trata de un club cuyas raíces y "política" son distintivas del resto: sólo forman y fichan a quienes hayan nacido o se hayan criado en los territorios que consideran Euskal Herria y que no pocas veces han incluido jugador@s de Navarra, como el ahora juventino en Italia Fernando Llorente, o procedentes de La Rioja. Otras novedades han incluido en su momento a un jugador nacido en Venezuela e internacional por este país, Fernando Amorebieta, aunque como su apellido deja claro de ascendencia vasca. Es la llamada "regla de los abuelos". Si Iñaki Williams nació en Bilbao de padres ghaneses, a Amorebieta le valió el parentesco vasco para justificar su inclusión en la cantera de Lezama aún habiendo nacido a miles de kilómetros en otro continente.

Estamos, así, casi en el paralelismo de concesión de la nacionalidad por ius soli o "derecho de suelo/lugar" o bien por ius sanguinis o "derecho de sangre". Queda claro y es sabido que en el caso del País Vasco su reivindicación es ser un Estado, y que en este caso estamos hablando de un equipo de fútbol. De un equipo de fútbol del País Vasco. En el pasado intentó mantener su "filosofía" el otro gran equipo vasco Real Sociedad de Fútbol de San Sebastián, que finalmente declinó y aglutina a no-vascos en sus filas, incluidos no-españoles. En el caso del Barça, ahora adalid de la identidad catalana, fue fundado en Barcelona por el impulso de un suizo y en contraposición a la existencia de extranjeros en sus alineaciones surgió el Real Club Deportivo Español -ahora Espanyol- por cuyo nombre se deja entrever el carácter de su reacción.

En fin, debe de ser la jornada deportiva que me ha dejado este momento para la reflexión identitaria también en el fútbol. Curiosidad o reflejo social me parecía pertinente dejar constancia en este cuaderno de campo. Incluso de esa suposición ¿equivalente? a las "pertenencias" de las que habla Amin Maalöuf en Identidades Asesinas que se podrían entender como excluyentes: ¿de qué equipo eres?